domingo, 18 de febrero de 2024

Cómo es una sesión

 

El cuerpo humano no sólo digiere los alimentos, lo que vale lo utiliza, ya sea para obtener energía, para crear estructuras y/o mantenerlas. Lo que sobra se convierte en residuos (heces, orina, sudor, …). 

Pero no sólo digerimos alimentos, también tenemos que digerir experiencias de la vida diaria, pensamientos que vamos teniendo, encuentros con otras personas, etc. Esa digestión también genera una dualidad, hay cosas que nos nutren, nos hacen bien, pero hay otras que hay que eliminar, ya que al igual los alimentos que no digerimos bien o abusamos de ellos, nos pueden crear problemas (obesidad, mal función de órganos cuando se acumulan sustancias nocivas, …).

 Pues bien, esas experiencias, pensamientos, situaciones que ocurren en relaciones, etc.  no pueden ser digeridas adecuadamente y se acumulan en nuestro cuerpo, generando en muchas ocasiones dolencias crónicas, dolores de espalda, tensión alta, estrés continuado, ataques de ansiedad, problemas de fertilidad, malas sensaciones corporales o al final enfermedades.

 Una manera de ayudar a digerir es mediante esta técnica, que consiste en que el terapeuta va a crear un espacio seguro en el que la persona, sobre todo a nivel subconsciente, se va a sentir protegido, sostenido y escuchado, permitiendo la “digestión” de esos aspectos que están en nuestro cuerpo y nos están alejando de la situación de bienestar que necesitamos.

 Carl Jung afirmaba que los procesos que ocurren en el cuerpo siguen el siguiente esquema:

 

Sensación (“me tocas el codo”)

Sentimiento (me molesta, me genera inquietud)

Intelectualización (“siempre haces algo que me molesta”)

La intelectualización, que suele ser excesiva y generalmente negativa, hace que la relación sensación-sentimiento se convierta en muchas ocasiones en creencias o generalizaciones y/o incluso en losas que cargamos a nuestras espaldas.

Cómo se realiza y que puede hacer la persona que va a recibir la sesión:

 La persona se tumba en la camilla de la forma más relajada posible. En ocasiones puede ser aconsejable hacer relajación anterior (si no está acostumbrado a estar en estados meditativos o relajados).

Le pedimos que, en cierto modo, adopte la actitud de alguien que va a ver una película, ya que se le pueden presentar imágenes, sensaciones corporales, recuerdos, olores (esto es algo personal para cada uno); pero no hay que centrarse en lo que viene a cada momento (¡la película sigue, y si te quedas dándole vueltas a algo, …. te puedes perder lo siguiente!). Y si te quedas en algo, tampoco pasa nada, puede ser algo muy relevante para la persona en ese momento.

Las manos del terapeuta estarán en todo momento en contacto con la persona. El terapeuta en silencio, estará en un estado de presencia absoluta, escuchando, sosteniendo, protegiendo al paciente. Esa presencia, esa entrega, hará que la “digestión” se realice por parte del cliente.

La sesión suele durar unos 40 minutos aproximadamente.

Una vez terminada la sesión, se conversará sobre los ocurrido, se informará de que el trabajo iniciado puede seguir en las próximas jornadas y que si surge alguna incomodidad hay que tomarla desde la idea de que el trabajo se ha iniciado y sigue.

 Lo que salga en esta sesión es siempre bueno y va en el camino de beneficiar a la persona. Es importante que no intelectualice demasiado lo ocurrido, que se quede con las sensaciones.

También decir que la mayor parte de las veces, una sesión de este tipo es muy gozosa, fuente de felicidad y relajación.

Para información o reserva haz click aquí


miércoles, 14 de febrero de 2024

El "trabajo"

 


Intentamos realizar este trabajo desarrollado tal y como lo entendía Mike Boxhall siendo resultado de 89 años de su extraordinaria vida. Como el mismo solía decir, los primeros 40 años se dedicó a crear el caos en sus diferentes formas y a continuación hizo un compost de todo ello del cual finalmente ha salido una flor muy bella — La Enseñanza, una fusión de una experiencia de vida encarnada, profundos conocimientos de la naturaleza humana, filosofía taoísta, exploración de los últimos avances de la ciencia moderna , psicología junguiana, tradición mística del linaje osteopático, extensa práctica clínica y medio siglo dedicado a trabajo con los grupos de exploración que incluían a osteópatas, médicos, abogados, bailarines, terapeutas de distintas ramas, psicólogos, profesores y todas aquellas personas que se sentían atraídas por un trabajo que no se enfocaba tanto en convertirlos en profesionales perfectos, sino más bien en personas más completas. Esta flor – Presencia en la Quietud – ha sido generosamente compartida con su entorno, sus amigos y alumnos en diferentes países y lugares, tomando forma de un viaje común hacia un nivel donde no existe la patología. La aproximación a este nivel nos invita expandir nuestras habilidades para escuchar a través del contacto corporal y con una apertura cada vez mayor la historia contenida en la fusión del cuerpo, mente y espíritu. Un nivel donde se encuentra el tesoro llamado Paz que no puede ser expresada con las palabras.

A menudo la gente que nunca le ha conocido a Mike dice que le siente muy cerca. Así es. Somos eternos mientras alguien nos ama, mientas alguien nos lleva en su corazón. Finalmente todo es cuestión de amor. Seguimos caminando todos juntos, aunque Mike se fue un poco más allá de lo que pueden ver nuestros ojos.

La magia de la vida se expresa a través del movimiento en cuyo corazón está la Quietud. No es necesario que hagamos algún esfuerzo para encontrarla. Más bien se trata de soltar nuestra búsqueda o esfuerzo de alcanzarla, para que se revele en este espacio no condicionado por nuestra expectativa. Es aquel lugar donde estamos libres y podemos «ver lo que sea sin convertirse en ello» y desde cual podemos entrar en una práctica compartida con el otro sin ningún tipo de demanda, a veces — por primera vez en nuestras vidas. Solo desde este lugar proactivo dinámico del presente aquietado algo nuevo puede ser creado. Este estado nos da una oportunidad de ver y soltar nuestra dependencia o lucha con los hábitos y así poder Ver con una frescura absoluta aquello que siempre estaba allí…

 

EL TRABAJO

El Trabajo es estar Presente en la Quietud, en este centro de nuestro verdadero yo, este espacio libre desde cual se despliega el milagro de la vida, este estado de ser donde uno simplemente es testigo de lo que está emergiendo sea cual sea la forma que esté tomando el proceso, sin juicios, sin expectativas, sin análisis.

 

El Trabajo es dejar que el «el Trabajo haga el trabajo», es confiar en la Inteligencia, rendir, al menos temporalmente, nuestras ganas y necesidad de arreglar al otro, de saber que está ocurriendo y de qué manera podríamos mejorar la situación.

 

El Trabajo es Escuchar tan plenamente como uno puede. Escuchar al otro y escuchar a uno mismo. Escuchar no desde el intelecto, no desde la dinámica masculina en la cual estamos estancados en casi todos aspectos de nuestras vidas. No escuchar para dar consejo, medicina, técnica o modelo terapéutico, sino desde corazón y sin ningún tipo de pretensión de cambio, esfuerzo de mejorar o curar algo. Escuchar y sostener incondicionalmente, sea cual sea el despliegue de la historia que se vierte ante nuestra presencia aquietada.

 

El Trabajo no es de acumular los conocimientos sino estar en la vanguardia dinámica de los avances de las ciencias más modernas que exploran las interacciones del cuerpo, mente y psique con el entorno, con el modo de vida que llevamos; las ciencias que están descubriendo un inmenso potencial del cambio y expansión expresiva contenidos en nuestras bases genéticas que nos permiten ser creadores de nuestra realidad en vez de ser víctimas de nuestro bagaje hereditario. La misma pasión nos mueve a todos, seamos un científico o no — es la pasión por La Verdad.

 

El Trabajo es tener el coraje para sentirse inseguro, frágil, porque solo desde el lugar de esta máxima vulnerabilidad podemos explorar lo que somos más allá de lo que creemos ser. Es un viaje hacia «la tierra incógnita» y no podemos hacerlo pretendiendo seguir en la tierra firme y bien conocida.

 

El Trabajo es ver, reconocer, ser consciente del lugar desde donde vivimos, hablamos, tocamos, relacionamos con nosotros mismos y con la otra persona.

 

El Trabajo es «ser normal, ser tú mismo», sin intentar de convertirse en otra persona más inteligente, iluminada, serena, humilde, mejor o lo que sea... Es trabajo es aún más difícil a veces — es aceptarnos tal y como somos, compasivamente, abiertamente, delicadamente, conscientemente. No se trata de ser perfecto sino de estar «despierto».

 

El Trabajo es La Practica Compartida. Es compartirnos con los demás, compartir el Viaje, El Camino, momentos de dudas, momentos de la iluminación, risas y lágrimas. Es compartir lo que somos y como somos en cada momento. Es mostrarse.

 

El Trabajo es honrar a nuestros Maestros. Viven en nosotros. Nuestra relación con ellos es tan eterna como la propia Creación. Han encendido el fuego en nuestros corazones que nos mantiene de pie en los momentos de tormenta y nos hace volar entre los soles del Universo.

 

El Trabajo es El Compromiso. Es el Camino que se apodera de uno de una manera irrevocable. Nos elige y aceptamos ser Sus Peregrinos.

 

El Trabajo no puede ser nombrado, entendido o explicado. No podemos hacerlo, pero podemos encarnarlo convirtiéndose en él. No es Hacer sino Ser.

 

El Trabajo es Todopoderoso, Bello y Simple y sin embargo…te necesita.

 

El Trabajo vive en tu corazón.

 

Tu eres Su Centro.

Vivimos en la época de la confluencia entre las tradiciones y sabiduría milenarias y los descubrimientos e investigaciones de la ciencia moderna. El corazón ya empieza a ser pieza esencial para ambas. El Intelecto está en el Cerebro, pero La Sabiduría está en el Corazón. Se complementan uno al otro y necesitamos a ambos, sin duda. Sin embargo, durante varios siglos toda la prioridad se ha dado al intelecto. El principio masculino estaba dominando y el femenino – suprimido. El análisis, el diagnostico, el tratamiento y el pronóstico — son principios masculinos realmente muy útiles en muchos niveles del trabajo. Pero tal vez podemos reconocer que, al avanzar durante décadas en una dirección, nos hizo perder de vista la otra parte. Hemos profundizado mucho en entender y hacer y hemos olvidado como escuchar. La esencia de la escucha no está en el intelecto sino en el corazón. Cuando perdemos la conexión con La Sabiduría y simplemente somos incompletos.

 

Las dos grandes necesidades del ser humano a nivel emocional son ser escuchado y ser sostenido. Son dos pilares fundamentales que permiten a nuestro cuerpo digerir eficazmente el flujo permanente de las experiencias de vida de todo tipo con las cuales nos encontramos. Esto también crea unas condiciones óptimas para el funcionamiento de nuestro sistema inmune – nuestro guardián. Cuando nos sentimos escuchados, recibidos, sostenidos de manera incondicional somos capaces de explorar las experiencias no-digeridas a nivel “más profundo “de lo habitual.  La mayor parte de la vida pasamos reaccionando a los traumas acumulados que a menudo han “entrado” en nuestro sistema en las etapas pre-cognitivas, pre-verbales, antes de que se han desarrollado nuestras capacidades de conceptualizar y razonar sobre lo que está sucediendo y permitir a nuestro sistema que lo “digiera”. Estas experiencias o traumas sensoriales simplemente “están allí, dentro” y nuestra percepción sobre nosotros mismos y sobre quienes somos tiende a basarse en gran medida en ellas. La transmutación de los traumas de cualquier tipo solo puede ocurrir en el presente. Y aunque las investigaciones científicas demuestran que casi 98% del tiempo no estamos presentes, afortunadamente nuestro cuerpo siempre está «aquí» – es este hilo de Ariadna que nos conecta con nuestra esencia y nos permite salir del laberinto de experiencias traumáticas. En vez de arreglar este hilo podemos explorar que ocurre si decidimos seguirlo sin pretender entender a donde nos lleva. Tal vez podemos permitir que todo el trabajo sea hecho por el cuerpo que no es otra cosa que la Inteligencia encarnada.

 

Si como terapeutas trabajamos con otras personas y entramos en contacto profundo con ellas y con sus cuerpos, nuestra primera responsabilidad es estar encarnados, presentes en nuestros propios. Es especialmente importante cuando se trata de un viaje tomado por dos personas o un grupo de ellas a un nivel donde no existe la patología. No se trata de una manera especial o técnica de hacer las cosas, sino de una manera de ser. Y esto podía ser extrapolado más allá de nuestra práctica clínica – a nuestra vida diaria, las relaciones interpersonales, la crianza de los hijos etc.

 

Este trabajo no es algo limitado a un grupo exclusivo de terapeutas, sea la que sea su práctica.  Lo fundamental es el lugar en uno mismo desde cual éste entra en contacto con otra persona. Por lo tanto, la modalidad terapéutica deja de ser un factor determinante, sino es simplemente aquel “marco de unas condiciones” en las cuales podemos explorar un nivel de relaciones más profundas. Es una exploración y transición desde nuestro conocimiento limitado hacia una revelación infinita. El potencial del trabajo biodinámico no está en lo que sabemos o hacemos, sino en lo que somos. Ser tú, plenamente tú, infinitamente tú, simplemente tú.

viernes, 9 de febrero de 2024

SER ESCUCHADO ES SER SANADO


Cuanta más profunda es la escucha más potente es la sanación. A veces no hace falta el lenguaje verbal, una escucha aportando espacio, silencio, no juicio, aceptación de lo que hay...puede hacer que la persona escuchada se sienta mejor y que ocurran "milagros"...lo escondido es a veces revelado, el paquetito en el que habíamos guardado el trauma es abierto con amor, integrado en lo que hay y sublimado hacia la salud y el bienestar. 

 

lunes, 5 de febrero de 2024

viernes, 20 de enero de 2023

Meditación

 La meditación es una práctica de mente y cuerpo que se ha utilizado durante muchos siglos, con orígenes en muchas enseñanzas religiosas diferentes. Se puede utilizar con fines religiosos o espirituales, o simplemente como una forma de lograr la relajación física y la armonía interior. El objetivo de la meditación es mejorar el equilibrio psicológico y la salud y el bienestar general. Muchas personas practican la meditación para aumentar la calma y la relajación en sus vidas. Al concentrarse en la respiración o repetir un mantra, el practicante puede lograr un estado de paz y quietud que conduce a una mejor salud física y al equilibrio mental. También se cree que la meditación puede ayudar a generar cambios positivos en la vida de uno al permitirles obtener claridad sobre su propósito en el mundo.

La meditación es un entrenamiento de la mente y puede usarse para ayudar a enfocar y relajar la mente. Se utiliza para entrenar la atención y la conciencia, aumentar la atención plena y promover la relajación. Además, se puede utilizar como una herramienta para obtener información sobre la conciencia, así como para fines espirituales. La práctica de la meditación implica diversas técnicas que entrenan tanto el cuerpo como la mente. Se cree que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad, la depresión, el insomnio e incluso el dolor físico. Además, algunos estudios han demostrado que la meditación puede mejorar el bienestar psicológico al aumentar la actividad del pensamiento positivo. Esto lo convierte en una técnica eficaz para el fitness y la salud en general.

La meditación nos ofrece el tiempo para tomar conciencia y practicar la relajación, aquietando la mente y el cuerpo, y logrando una paz interior tranquila. Se ha encontrado que es beneficioso para reducir la ansiedad, reducir la tensión muscular y mejorar la salud en general. La práctica de la meditación puede ayudar a traer paz y equilibrio en la vida al disminuir el impacto negativo del estrés crónico en nuestra salud. También puede adormecer los sentidos del mundo caótico en el que vivimos y ayudar con la ansiedad.

La meditación de atención plena es una práctica que ayuda a traer descanso y relajación, al tiempo que aumenta la paz interior. La Meditación Trascendental es una práctica de usar la concentración y el esfuerzo para lograr un profundo descanso y estado mental. La meditación zen requiere más disciplina para usar la concentración, la atención consciente, hacer juicios y asentar tu cuerpo para alcanzar la paz. También te ayuda a concentrarte en el momento presente sin hacer juicios.

La meditación de atención plena se basa en el tipo de meditación que ofrece conciencia de la respiración. Se trata de ser consciente del momento presente y aceptar lo que surja en tu mente sin dejar que se vaya. A medida que su mente divaga, se le insta a prestar atención a su respiración, lo que a su vez lo ayuda a obtener una mayor conciencia y aceptación. Tener una mayor conciencia conduce a una mayor apreciación de vivir en el momento presente.

La meditación es una de las mejores maneras de hacer esto. La meditación básica de la respiración consiste en concentrarse en la respiración y dejar de lado cualquier pensamiento que se le ocurra. Otras prácticas de meditación de concentración implican usar un mantra, contar respiraciones o enfocarse en un objeto. Las técnicas de atención plena también se utilizan en combinación con meditaciones anteriores, como cuando nuestra atención se distrae, simplemente notándolo sin juzgarlo y luego volviendo a nuestro enfoque, tal vez en su respiración o su conciencia. Esto ayuda a calmar la mente y nos permite estar más presentes en el momento. Además de la meditación básica, también existen otras técnicas de atención plena que se pueden usar, como notar cosas espontáneas como sonidos, emociones y sensaciones corporales.

Practicar la meditación puede ayudarnos a ser más conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos, lo que nos permite vagar por nuestra mente de una manera que no la abarrote. Esto ayuda a evitar que la mente cause demasiado estrés o pensamientos confusos. Al centrar su atención en una cosa en particular, podemos eliminar la corriente de pensamientos aleatorios, lo que nos permite mantener un enfoque constante en cada instancia.

La meditación involucra la práctica de atención plena y alienta al practicante a observar que los pensamientos errantes se alejan sin juicio. La meditación combina el trabajo consciente con la relajación y el movimiento físico, como ejercicios de respiración, para ayudar a mantener el equilibrio. Esta práctica anima al practicante a combinar la meditación, la relajación y el movimiento físico para poder observar pensamientos y sentimientos, así como sensaciones.

Para comenzar a aprender técnicas básicas de meditación, uno puede buscar la meditación de atención plena, la meditación de yoga u otras formas de meditación que promuevan la flexibilidad. Un maestro puede guiar a un alumno en ejercicios de respiración, que están destinados a calmar la mente. La antigua práctica india de la meditación existe desde hace siglos y consiste en realizar una serie de posturas y movimientos. Es un gran lugar para que los principiantes aprendan diferentes formas de relajarse y meditar. Hay múltiples posiciones y posturas que alguien puede realizar para lograr este objetivo. Si se hacen correctamente, estas poses pueden ayudar a relajar la mente y el cuerpo mientras promueven la paz y la quietud dentro de uno mismo.

La meditación enfocada es una excelente manera de ayudar a los principiantes a meditar, ya que requiere un enfoque adicional para permanecer en la misma posición durante solo unos minutos. Para aquellos que pueden meditar durante más tiempo, los resultados pueden ser más profundos y beneficiosos. Mantener poses para principiantes puede ser difícil, pero con práctica y paciencia cualquiera puede dominar esta habilidad.

Aprender meditación es una gran manera de mejorar la salud y el bienestar mental. La meditación de atención plena es un tipo de práctica que incorpora la atención plena al concepto relacionado con las prácticas meditativas, así como diferentes modalidades de tratamiento. Este tipo de meditación puede ayudar a las personas a sobrellevar condiciones de salud mental como la ansiedad y la depresión, al crear la sensación de tener el control de los propios pensamientos y sentimientos. El término budista 'sati' se asocia con este tipo de práctica, que se traduce como "atención plena" o "conciencia". Los terapeutas utilizan las terapias basadas en la atención plena para ayudar a las personas a encontrar maneras de hacer frente a sus desafíos en la vida de manera más efectiva. Este enfoque incorpora la atención plena en diferentes modalidades de tratamiento, incluido el apoyo guiado para quienes luchan con problemas de salud mental.

La meditación es un proceso de calmar la mente y centrar la atención en el momento presente. Se ha practicado desde la antigüedad en muchas tradiciones religiosas y filosóficas, pero se asocia más a menudo con la filosofía budista. La práctica de la meditación entre los budistas toma varias formas, como el canto de mantras, la meditación consciente y la meditación caminando. Los monjes budistas han utilizado durante mucho tiempo la meditación para cultivar la compasión y obtener el control de sus mentes.



miércoles, 18 de enero de 2023

Un texto de Mike Boxhall

 Mis mejores deseos para todos. Transcribo aquí un texto de Mike Boxhall, con el que concuerdo y vibro en cada palabra e idea:

"He estado practicando como terapeuta de algún tipo durante los últimos 45 años y lo que sigue es un resumen de mi experiencia obtenida de aproximadamente 30 cursos de tres o cuatro días por año con grupos de 18 a 60 personas en un viaje a un nivel de estar donde no hay patología. Yo llamo a esto trabajo Presencia encarnada.


Se dice que ser escuchado es ser sanado y ser escuchado profundamente es ser profundamente sanado. Se dice además que las dos grandes necesidades de la psique humana deben ser escuchadas y celebradas. La comida, la bebida y el refugio son necesidades mecánicas para la supervivencia. Estoy hablando de florecer a flor llena.


El ser humano modela estas necesidades como, de hecho, modela los requisitos del Universo mismo. Él / ella, primero se celebra, y la duración varía culturalmente, desde los meses de gestación, hasta alrededor de tres años, en algunas culturas, por ejemplo en Tailandia, antes de ser gradual o repentinamente dejado de lado, dejándolo, en algunos casos, a luchar para recuperar la conexión con uno mismo; no seguir siendo el hábito en el que se ha convertido, a través de una carga preconceptual en el disco duro del inconsciente. Quizás el objetivo último del ser humano es encarnar completamente quién es en realidad, en lugar de demostrar continuamente las patologías que ha absorbido osmóticamente. La epigenética sugiere que entre el 95 y el 99% de las veces no estamos presentes, sino que simplemente reaccionamos a lo que llevamos en la mochila de nuestro inconsciente.


Encontré esto una estadística muy aleccionadora. Como la mayoría de la gente, pensé que sabía quién era. "Puede que no sepas quién soy, y a menudo se siente así, pero sé quién soy, ¡soy un experto en eso!" ¡Oh, no, no lo soy, soy un hábito! No soy más que una serie de hábitos, no estoy, la mayoría del tiempo, presente.


Este trabajo es sustancialmente sobre encontrar presencia y darse cuenta de que la sensación está presente. La sensación está en y del cuerpo. La sensación no puede ser otra cosa que presente, sin embargo, tenemos una relación muy ambivalente con el cuerpo. Nos da problemas. Los problemas aumentan dramáticamente a medida que envejecemos. Tengo 87 años y esto no es una novedad para mí. Y sin embargo, la presencia y la sabiduría son ambas inherentes en ese mismo cuerpo; centrado en el corazón, si pudiéramos dejar de acumular información por un momento del otro centro, que es el cerebro, el intelecto. El cerebro produce información, no sabiduría.


En lugar de hablar interminablemente sobre los conceptos y las teorías involucradas que me han llevado a las diversas conclusiones discutidas anteriormente, todas las cuales están bien documentadas en libros y artículos académicos, permítanme ahora describir lo que sucede en una sesión típica y algunas de las experiencias que surgir. Las experiencias al final de una sesión de aproximadamente 40 minutos vuelven al grupo, se comparten y se discuten y luego, después de un descanso adecuado para la digestión y la contemplación, los roles se invierten.


La clase se divide en dos mitades; practicantes y clientes. La mayoría de las instrucciones se le dan al practicante; no me atrevo a decirle a un cliente cómo deberían ser, pero puedo hacer sugerencias sobre cómo podría funcionar un profesional.


Como una cuestión de técnica, siempre hago un espacio entre una sesión y la retroalimentación resultante de ella y la sesión de intercambio para evitar confusiones sobre qué proceso está activo.


El practicante tiene la instrucción de hacer que el cliente se sienta cómodo, que se sienta cómodo, lo que sea que eso tome, y luego centrarse en el presente como su práctica lo permita. Habiendo alcanzado un nivel de presencia que yo llamaría quietud o, si esto no es actualmente posible, al menos una conciencia compasiva de que él no está quieto, sin juicio, el practicante extiende sus manos para ponerse en contacto con el cliente.


Las manos no son transmisores, no están haciendo nada, son un símbolo de estar en contacto y transmitir un sentimiento sentido de relación. La expresión genética es impulsada por la relación. El amor es una relación. Las manos son simplemente receptores. El practicante no hace nada, él escucha; él escucha con todos sus sentidos prestando plena atención al cliente y al corazón, no al cerebro analítico. No hay diagnóstico, pronóstico o plan de tratamiento, el médico escucha y mientras la confianza en el proceso se desarrolla, y el cliente comienza a sentir que hay, tal vez por primera vez, alguien completamente a su lado, entonces las condiciones están presentes en el que puede comenzar a tener el coraje de explorar su trauma largo y profundamente enterrado. No hay tratamiento como tal, la audiencia es la curación y cuanto más profunda es la escucha, más profunda es la curación.


He escuchado a practicantes y docentes de gran experiencia en varios modelos comentar después de tal sesión "Creo que esa fue la primera sesión que tuve en la que no tuve ninguna demanda del practicante". La medicina es muy exigente, la mayoría de las terapias son exigentes. La gente a menudo informa que nunca antes han sido retenidos de esta manera con tanta ternura.


La experiencia es que después de un tiempo, ya sea dentro de una sesión o en múltiples sesiones, el cliente se profundiza gradualmente en la confianza, una confianza que en última instancia está en sí misma, que se atreve, en una empresa segura, a recorrer este camino hacia la el fondo de la cueva donde está el tesoro; guardado tan de cerca por los demonios que llamamos neurosis. Este es exactamente el viaje del héroe en la mitología griega.


El tesoro resulta ser Paz, una Paz que se encuentra en el centro de todo ser humano. A veces se lo llama "la paz que sobrepasa el entendimiento". Sin importar cuánto tiempo se viva la Paz, es un estado de vida que cambia la vida y es, en esencia, un renacimiento, plenamente en el presente.


Varias personas recientemente - personas que no saben nada sobre terapias y personas que saben mucho sobre terapias - han comentado sobre la Paz que se siente como un amor más grande que cualquiera que hayan experimentado antes. No tiene ningún objeto, es solo amor.


Este trabajo es el trabajo del Principio Femenino. Los Principios Masculino y Femenino tienen cada uno su función respectiva pero, por desgracia, el pensamiento (masculino) ha subyugado casi por completo el nivel de sentimiento (femenino) y el intelecto en el cerebro ha oscurecido la sabiduría en el corazón. El trabajo está profundamente preocupado por facilitar algún tipo de equilibrio.


Estoy esperando que se haya hablado en esta conferencia sobre los campos electromagnéticos respectivos del cerebro y el corazón. Bien se pudo haber hablado sobre Bioenergética y nuestra capacidad para modificar nuestros productos hormonales. Mi tarea durante los últimos 20 años ha sido intentar equilibrar las conclusiones de la filosofía oriental, tal como las he entendido, con las últimas investigaciones en la ciencia occidental, particularmente en biología y física. Si enumero todas mis fuentes, esto tendría que convertirse en un documento muy diferente al intercambio informal que intento.


Para que estos pensamientos tengan algún valor práctico en lugar de ser una teorización especulativa, los he presentado como un modelo para el tratamiento. Mi experiencia es que necesitamos un equilibrio entre lo Masculino y lo Femenino, y re-expreso que, como un equilibrio entre el Intelecto y la Sabiduría, y sugiero que la ruta para encontrar ese equilibrio es a través de la re-empoderamiento de lo Femenino y alguna rendición de el Masculino. Me resulta extraño que me digan que tengo un síndrome porque la máquina lo dice, cuando me siento perfectamente bien. Quizás, algo que confirme también. ¿No podríamos dedicar un poco más de tiempo a conectarnos con la salud en lugar de atacar la patología? Hay un nivel de ser en todos donde la patología no ha tomado forma. No necesitamos buscarlo, solo tenemos que abrirlo.


La ciencia misma afirma que el 90% de toda la patología tiene su raíz, causa principal del estrés. Busquemos la paz que está bajo ese estrés.


La dificultad de tratar de describir esta forma de trabajar es que, por su propia naturaleza, no es lógico. No es científico Eso no significa que no funcione y no significa que no sea cierto, simplemente significa que no es cierto desde el punto de vista de la ciencia, ya que no está clínicamente probado. Simplemente funciona experiencialmente y hay una paradoja sublime de que cuanto más verdaderamente podemos salir del camino y confiar, más funciona. Todo conocimiento es, por su propia naturaleza, una limitación. Eso es el conocimiento; muy útil y una limitación. "Al principio era la palabra" y ¡la palabra era la primera limitación!


¿Podemos aprender a simplemente confiar? ¡Funciona, pero tenemos que confiar!


Amor para todos ustedes"